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La trepidante entrada a Cataluña por el Tuc de Molières

Ahora que había completado la mitad de mi Transpirenaica me sentía fuerte y vitalicio, así que decidí entrar a Cataluña por el lugar más alto posible, y eso significaba tener que subir al Tuc de Mulleres o Molières. Desde Benasque caminé hacia los Llanos del Hospital, donde estaban mis padres que habían subido al Pirineo para acompañarme durante una etapa por mi romántica travesía de los pirineos. Desde los llanos del hospital cogimos el GR11 hasta la Besurta y luego Aigualluts, y después de ver la inmensa cascada de Aigualluts, nos desviemos ahora si, hacia el trepidante Tuc de Molières. La ascensión fue bastante larga, pero las inmensas vistas que ofrece el enigmático pico son alucinantes. Una vez arriba mi padre regreso a Benasque y yo continué mi Transpirenaica ya entrando a Cataluña y fui en busca del magnífico refugio libre de Molières.